El objetivo del ayuno es acercarte a Dios. Bíblicamente el ayuno siempre implica eliminar las distracciones para obtener un propósito espiritual; cuando ayunamos reajustamos nuestra alma y nos renovamos de adentro hacia afuera. También nos permite celebrar las bondades y la misericordia de Dios y prepara nuestros corazones para todas las cosas buenas que Dios desea traer a nuestras vidas. Recuerda que tu ayuno personal debe presentar un nivel de desafío, pero es muy importante conocer tu cuerpo y lo más importante buscar a Dios en oración y seguir lo que el Espíritu Santo te lleve a hacer.
También se llama ayuno de líquidos, típicamente es solo agua o los jugos son otra opción.
En este ayuno se eliminan ciertos elementos de la dieta. Un ejemplo de un ayuno selectivo es el ayuno de Daniel, durante este ayuno se elimina la carne, los dulces o pan de la dieta; se consume frutas y vegetales como comida y agua o jugos como líquidos.
Este ayuno es común para aquellos que no tienen mucha experiencia ayunando comida, también para quienes tienen problemas de salud que les impiden ayunar o para quienes desean reorientar ciertas áreas de sus vidas que están fuera de balance. Por ejemplo, alguien puede optar por abstenerse de usar los medios de comunicación o redes sociales y ver televisión durante la duración del ayuno, y de esta manera optar por traer cuidadosamente ese elemento de nuevo en su vida de una manera ordenada al finalizar el ayuno.